Las herramientas:
Batidora o Amasadora: lo único a tener en cuenta es que tenga potencia y palas duras porque cuando incorporéis la harina lo notaréis y no es cuestión de cargarse la batidora.
Rodillo: de madera, silicona o plástico... Personalmente para las galletas prefiero la madera, al pesar más hacéis menos fuerza y la masa estará más bien dura, ya lo veréis.
Cortadores: los hay de mil formas y materiales, me gustan mucho los de metal, el corte es perfecto y duran toda la vida, la única pega es que hay que lavarlos a mano y secarlos bien para que no se estropeen. Pero vamos, me encantan.
(con estas cantidades os salen unas 35 galletas grandes)
- 250g mantequilla sin sal
- 250g azúcar (variación glas)
- 1 Huevo L (grande)
- 500g harina (variación 600)
- 2 cucharadas soperas de nata o leche
- aroma al gusto
Es muy importante mezclar lo justo, el resultado de un amasado excesivo serán unas galletas ricas pero duras como una piedra.
Una vez que tenemos la masa, la ponemos en film y presionando bien al envolver lo prensamos para que quede compacto. Esto lo metemos en la nevera (si no tenéis prisa) o en el congelador una horita.
Cuando la masa esté dura la sacamos y nos disponemos a estirarla. Os cuento como lo hago yo, voy sacando de a trozos para que no se caliente, cuando ocurre esto veréis que se deforma al manipularla, por eso es que quiero que esté lo más fría posible, así no pierde la forma que le hayamos dado.
Sobre una superficie antiadherente estiráis la masa con un rodillo, evitad poner harina en la medida de lo posible.
El alto ideal para una galleta que luego va a ser decorada son unos 5-6mm, podéis utilizar unos listones de madera como guía para que toda la galleta tenga la misma altura (sino al decorarla con glasa esta no quedará pareja). En mi cocina tengo dos libros pequeños envueltos en film que utilizo como guía, sobre estos deslizo el rodillo y las galletas salen perfectas.
Como os dije antes lo importante en no amasar en exceso, esto también aplica a los recortes que nos van quedando mientras cortamos las galletas, solo los unimos y aplastamos.
Luego corto y pongo sobre una bandeja cubierta con papel de horno.
Para hornearlas, con el horno precalentado a 180º voy metiendo bandejas (arriba y abajo) así gano tiempo. Recordad que como esta masa no lleva levadura podéis abrir el horno sin problema.
Tardan alrededor de 10 minutos si las galletas son del grosor que os dije y si son grandes. De todos modos cuando veáis que están blancas por arriba pero por los bordes están doradas es el momento de sacarlas, las dejáis enfriar sobre una rejilla.
Hasta la próxima, que iremos con las glasas...
Good baking!
Jackie
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